Tren nocturno a Lisboa

Una palabra pronunciada en una lengua distinta, português, es como una señal para Raimund Gregorius, profesor amante de la literatura y de la cultura como expresión de la razón, su vida gira en torno a un orden cercano al extremo.  Esa palabra funciona como un detonante que, guiado por un libro de Amadeo Prado, médico portugués que escribió un libro titulado Un ouribe das palabras.




La lectura inicial de este libro le produce un efecto viral, agitando sus apagadas emociones y pugnando por mostrar qué de humano hay en él. Por este motivo decide modificar sus hábitos buscando a la persona que está detrás de la lectura. Entonces decide tomar un tren que le lleve a Lisboa, sede de la editorial y ciudad donde vive Amadeo.


Se produce una búsqueda del autor que es una excusa para conocer a la persona y la época en la que vivió, a través de todos aquellos que los conocieron y de su libro, del cual se muestran capítulos que nos sirven como muestras de la personalidad de Amadeo.

Los personajes que conocieron a Amadeo son pequeñas partes de un rompecabezas que Gregorius va componiendo de una forma pausada, mediante entrevistas y recopilando información que se guarda en cartas y escritos que Amadeo transmitió a sus allegados.


Este crisol me invita a una reflexión personal, pues ciertamente somos lo que los demás ven en nosotros y tenemos parte escondida que guardamos sólo para nuestra intimidad.

Este viaje espacial nos conduce a través de un nuevo mundo para Raimund, lejos de su hábitat cotidiano, mostrando paisajes amplios de nuevas sensaciones, mientras se produce un viaje interior tras un hombre emocional escondido en hábitos y reflexiones mundanas; cambios en la vestimenta, en las decisiones, en las lecturas, nos conducen a otra personalidad, otra visión de nuestro alrededor, sin mudar lo que sucede vemos una realidad distinta.

Hablamos de lecturas, pues es un libro que tiene como tema transversal el amor por la lectura como forma de cambio personal. La búsqueda de mudar aquello que nos encierra es una obligación para el autor Pascal Mercier que todos nosotros deberíamos tener presente.

Autor de gran trascendencia filosófica que ha escrito una obra de muy difícil clasificación cercana a la novela de viajes, libro filosófico, histórico, novela que voy a leer en otras muchas ocasiones, pues al rematar su adictiva lectura tengo la intención de que no he descubierto todo lo que hay en las 525 páginas que la editorial El Aleph comercializó en castellano durante el año 2004. Con una traducción de José Aníbal Campos.
Actualmente hay una versión en bolsillo editada por Austral. En mi caso he acudido a mi biblioteca pública de referencia la Miguel González Garcés y con la signatura N 830 MER tre puedo disfrutar de horas de placer personal.


Un personaje presente en tren nocturno a Lisboa es la dorada ciudad acunada por el Tejo que transcurre con descripciones sencillas de espacios cotidianos por los que Raimund flota entre sentimientos y emociones que esta universal ciudad contagia a todos aquellos que la visitan.

La literatura puede ser un arte que produzca graves alteraciones. Manejar esta obra con mucho cuidado debería ser una etiqueta incluida en la portada de esta excepcional novela.

Me he encontrado con una lectura tan poderosa que trasciende a un pensamiento razonado. Disfrutar de esta novela es una obligación para todo aquel que siente sus pies al tocar las nubes.

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