Lamia

En ocasiones tengo la suerte de poder disfrutar con la posibilidad, única, a mi entender de conocer a los autores que han creado una obra con la que he podido generar emociones y sentimientos. Hace unas fechas pude preguntar, conversar, reír y escuchar al autor de esta excelente narración gráfica que ahora me atrevo a comentar con todos vosotros. Lamia de Rayco Pulido. Editada excelentemente por Astiberri.

Creo que algunas historias producen diversas respuestas en el lector, y desde luego estamos ante una de ellas. Han pasado varias semanas desde que leí ávidamente esta intriga descarnada y todavía descubro en mí reflejos de partes de su trama.

Comienzo diciendo que lo que me llamó la atención inicialmente de Lamia fue la portada. Todo un ejercicio de síntesis y elegancia.



Posteriormente la recomendación de mi librero de cabecera que me invitó a descubrir una historia distinta.

Me sumergí de inmediato y fue un descubrimiento sorprendente. Conozco el trabajo de Rayco Pulido, pero no había disfrutado tanto de una lectura desde hace varios meses.

La acción transcurre en Barcelona, en los años siguientes a la finalización de la guerra civil. Son tiempos convulsos, el miedo es parte esencial de la vida y el nuevo régimen político y social comienza a mostrar sus creencias y valores para que la población admita su credo.

Nuestra protagonista es Laia. Una mujer en una época en que esa característica tiene un valor de opresión y sumisión continua.
Laia trabaja como guionista en un programa de radio "El consultorio", en el cual se responde a cartas enviadas por una audiencia femenina acerca de sus conflictos emocionales, amorosos y sociales. Laia responde con afecto si bien ella misma sufre un enorme desengaño, su marido la ha abandonado y por eso solicita la ayuda de un afamado detective que emplea métodos poco convencionales. En esa Barcelona del miedo un asesino está sembrando el caos.

Ingredientes argumentales que convierten a Lamia en una novela gráfica con difícil clasificación, pues proporciona lineas que se asemejan a una  novela negra, si bien es fácil identificar aspectos que la encuadran dentro de una obra social e incluso, según mi parecer una novela vivencial.

88 elegantes páginas en blanco y negro son suficientes para mostrar un autor que maneja el diseño secuencial y un ritmo de narración ágil y efectista, con amplios detalles que no enturbian el fuerte mensaje crítico con una educación machista y una sociedad opresora donde el amor no tiene cabida.

En la sesión de firmas que Rayco nos dedicó en la librería Alita Comics, en Coruña, destripó de una manera cercana diferentes aspectos de esta polifacética novela gráfica en la que fue una experiencia muy gratificante como lector y de la que no desvelaré nada con la intención de que acudáis rápidamente a buscar un ejemplar y llenar vuestras neuronas de elementos químicos audaces.



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